Llegados a este punto, nos centraremos en trabajar con superfices para poder modelar un mantel, para nuestra cafetera. En Blender, es relativamente sencillo trabajar con superficies, ya que en nuestro área de trabajo tendremos una malla definida por unos puntos de control, y nosotros tan solo tendremos que modificar dichos puntos, y ver que forma va tomando nuestra superficie.
Antes de meternos con la construcción de la superficie, nos centraremos en comentar otra de las posibilidades que aporta blender. Esta caraterística es el uso de diferentes capas o layers, para construir nuestra escena final. A veces es muy engorroso, sobre todo en escenas en la que intervienen muchos objetos, el tener que ir definiendo y modelando cada una de las partes de nuestra escena dentro de la misma área de trabajo. El trabajar con diferentes layers, nos da la posibilidad de tener varias partes de las escena totalmente separadas unas de otras. Por ejemplo, en una capa podemos tener el fondo que va a tener nuestra escena, en otra capa una serie de objetos que van a permanecer estáticos y en otra capa, un objeto concreto que se va a mover dentro de nuestra escena. El uso de layers no sólo nos va a liberar de una carga de elementos y objetos dentro de nuestra área de trabajo, sino que además vamos a poder renderizar nuestra escena engoblando todas las capas a la vez; o si nos interesa, renderizar alguna capa determinada, o incluso varias.
Por lo tanto, el modelado del mantel, lo vamos a realizar en una capa diferente para no mezclarlo con nuestra cafetera. Para elegir sobre que capa queremos trabajar, tenemos un conjunto de cuadrados en la cabecera de cada ventana. Nuestra cafetera la hemos modelado en la primera capa(estaría seleccionado el primer cuadrado de arriba a la izquierda del grupo), por lo que seleccionaremos la segunda capa. Al hacerlo vemos un área de trabajo totalmente nueva, y será entonces cuando empecemos a modelar la superficie.
Para añadir una superficie, abriremos el menú (espacio) y seleccionamos add/mesh/surface ,y al hacerlo aparecerá una rejilla negra que representa nuestra superficie y una malla roja definida por dieciseis puntos. Estos puntos serán los puntos de control de la superficie, y nuestro trabajo será jugar con los puntos de control para obtener la superficie deseada. Antes de ponernos con esta labor, vamos a explicar una forma de ampliar el número de puntos de control, para así poder obtener una superficie más compleja y mejor definida. Para poder hacer esto, tendremos que seleccionar la superficie y acceder a los Edit Buttons (en la barra de botones o con la tecla de función F9). En la parte derecha de la pantalla, se encuentra un botón denominado subdivide que al apretarlo teniendo la superficie seleccionada, hará que el número de puntos se dupliquen. Por lo tanto ahora tendremos una rejilla de treinta y dos puntos de control. En la Figura 3.8 tenemos la rejilla dentro de nuetra zona de trabajo
Para definir la superficie, tan sólo tendremos que seleccionar los puntos que queramos modificar(recordar que para seleccionar los vértices es con la tecla B) y desplazarlos, apretando la tecla G, hacia la dirección que creamos conveniente. Como para obtener la superficie final, fue un proceso de ir moviendo puntos de control, e ir viendo la forma que se va obteniendo, pondremos la superficie que obtuvimos al final y que se puede observar en la Figura 3.9.